Cómo meditar: 3 claves de la meditación

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Respiración: La respiración es la que nos da el equilibrio. En la meditación al respirar marcamos un ritmo, y es por esto que ese ritmo debe ser tranquilo, lento, suave. Normalmente cuando entramos a meditar venidos de un espacio más conectado al mundo, a la vida cotidiana y a los tiempos de la sociedad. Es la función de la respiración, ayudarte a bajar el ritmo y a entrar en equilibrio, contigo mismo y con lo que tienes a tu alrededor. Esto no quiere decir que cuando no estás meditando, estás en un lugar catastrófico y cuando empiezas a meditar debes entrar en un lugar donde reine el silencio, el amor y la paz. Puedes meditar en lugares ruidosos y puedes estresarte muchísimo en lugares silenciosos. Porque el ruido más relacionado al mundo de la meditación no es el de los autos, las bocinas, las grandes ciudades sino el ruido del pensamiento. Ese es el ruido que más está relacionado a la meditación.

 

Una forma simple de explicarlo tiene que ver con lo que es el lenguaje para los seres humanos, el lenguaje está compuesto por la lengua y el habla, y la lengua está compuesta por un sistema de palabras. Esas palabras son las que suenan en nuestra consciencia y que deseamos evitar cuando meditamos. Porque el pensamiento está compuesto por palabras. Una prueba de esto es que no puedes pensar sin hablar internamente.

Al concentrarnos en la respiración, ponemos foco sólo en eso y esas palabras se desvanecen lentamente.

Visión

La visión es algo muy importante en la meditación, algunos hacen énfasis en meditar con los ojos cerrados ya que ayuda a la concentración. Otros dicen que la mejor forma es entrecerrar los ojos y tener una visión “desenfocada”. Yo recomiendo meditar con los ojos cerrados y hacer al final un ejercicio de visualización para influir en nuestro estado de ánimo o en ciertos objetivos.

Espacio/temporalidad:

El espacio tiene que tener una sola condición: que te ayude a sentirte cómodo. Debes encontrar un lugar donde sabes que no van a interrumpirte y situarte en una posición cómoda, no importa si estás sentada o acostada. No va a influir en la calidad de tu meditación, solo debes sentir que ninguno de tus músculos está haciendo una fuerza que pueda con el correr de los minutos causarte un calambre. Si sientes que tu posición te hace sentir que tus músculos están relajados. Estás listo para meditar.

¿Es mejor meditar en una montaña en medio de la naturaleza que en el cuarto de mi casa en medio de una ciudad de miles de habitantes y en medio de la contaminación ambiental y sonora? mmmm Nuevamente… no tiene que influir en la calidad de tu meditación. Luego puedes decirme que lo disfrutaste más en la naturaleza, pero es lo mismo que con cualquier otra práctica. Es claro que disfrutarías más saliendo a correr entre unos árboles en una montaña que en plena ciudad. Pero no por eso el ejercicio va a ser mejor o peor.