Control mental: 3 pasos para vencer el mal hábito de posponer

Control mental y procrastinación

¿Tienes por costumbre dejar las cosas para el último momento?

¿Aplazas las tareas que requieren tu atención porque te generan ansiedad o un compromiso que crees que no puedes asumir?

No se llama pereza, ni falta de tiempo ni desmotivación.

Su nombre técnico es “procrastinación”, te hablamos sobre ella y sus terribles consecuencias hace unos días (entra aquí para leer el artículo) y en los últimos años se ha ganado la fama mundial de ser “la gran epidemia del siglo XXI” y “el ladrón del tiempo” por excelencia.

Se calcula en Estados Unidos un 25% de las horas del día se pierden por esta causa, y que 9 de cada 10 personas en todo el mundo tienen ese hábito nada saludable de ir posponiendo las tareas y actividades importantes para más adelante; un eterno más adelante que nunca llega a convertirse en presente. Y si lo hace, es para cargarnos de ansiedad, frustración y estrés.

A continuación te contamos cómo acabar con él.

Control mental: 3 ingredientes para dejar de postergar

No importa si quieres encontrar el amor, recuperar la energía, tener un mejor trabajo o adelgazar… Hay 3 ingredientes para la receta de una vida llena de bienestar que son aplicables en todos los casos y que te ayudarán a tener una vida mucho más feliz y lejos de la procrastinación. Son estos:

Ingrediente 1: Visualiza tu día ideal nada más despertarte

Con tus tareas pasa como con el deporte: tienes que prepararte antes.

¿Cómo? Realizando ejercicios de calentamiento y de preparación que te ayudarán a concentrarte mejor, incrementar tu intensidad y lograr mejores resultados.

Una de las herramientas más poderosas, eficaces y útiles para ello es la visualización creativa (en este artículo puedes aprender por qué es tan importante y cómo hacerlo).

Lo ideal es que te tomes unos minutos para visualizar nada más comenzar tu día.

Ponte en un lugar cómodo, cierra los ojos y toma tres respiraciones profundas.

Después, piensa con todo lujo de detalles todo lo que tienes que hacer (o deberías hacer) durante el día y cómo te gustaría que sucediera.

Recréate en las sensaciones, las experiencias, los sonidos, los estados de ánimo, los aromas… Cuando más real sea, muchísimo mejor.

Después, repasa tu lista de metas y enfócate en ellas.

Y si tienes miedo de tomar acción recuérdate que unas veces se gana y otras se aprende.

Si tienes en mente qué quieres lograr y te tomas unos minutos para repasar mentalmente tu día y crearlo por adelantado los resultados te van a sorprender.

En el Audio Curso del Método Silva hay un módulo específico (el módulo 5) dedicado exclusivamente a cómo convertirte en un genio de la visualización con varias técnicas y herramientas exclusivas como la técnica de los tres dedos o la pantalla mental para que diseñes tu vida tal y como quieres que sea y hagas de tu día a día el lugar donde siempre quisiste estar.

Ingrediente 2: Divide y tus resultados se multiplicarán

Muchísimas de las personas que sufren las consecuencias de procrastinar tienden a dejar todo para “más adelante” o para “cuando haya tiempo” ya sea porque creen que les queda grande, porque les produce ansiedad o porque les parece una tarea tediosa que creen que no podrán acabar.

Existe algo muy efectivo para eso: divide las tareas en pequeños pedazos y comienza poco a poco.

Es muy sencillo y en realidad es algo que en fondo todos sabemos, pero muy pocas personas lo aplican.

Así que a partir de hoy, cuando quieras ponerte a hacer esa actividad simplemente comienza y avanza aunque sea poco.

La mejor manera de eliminar un hábito negativo es sustituirlo por pequeños hábitos que te hagan bien, y comenzar por ejemplo dedicando media hora cada día a esa tarea es un gran avance.

Este es un tema muy largo para hablar por escrito, pero en el módulo 8 del Audio Curso del Método Silva te enseñamos cómo controlar tus hábitos: técnicas para controlarlos, interrupción de patrones, ejercicios y mecanismo de activación (puedes leer más aquí).

La idea es que después de visualizar tu día ideal te tomes unos minutos para establecer el tiempo que vas a dedicar a tus tareas… ¡y cumplirlo!

El primer día te costará un poco pero verás que cuanto más constante seas mejores resultados vas a tener.

Ingrediente 3: Aprende a tomar mejores decisiones

La indecisión y el miedo a tomar decisiones también es uno de los motivos que te obligan a dejar todo para más adelante.

Si tienes miedo a tomar decisiones o te pierdes pensando en cuál es la mejor manera de hacer las cosas sigue estos dos consejos:

* No te fies del pasado.

La mayoría de las veces evitamos hacer algo nuevo porque en el pasado cometimos algún error o sufrimos alguna decepción y queremos evitar esa sensación de nuevo.

Antes de tomar una decisión pregúntate: ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Te darás cuenta que tus miedos solo están en tu cabeza.

*Sé optimista.

Solo existen dos formas de ver la vida: la mentalidad del vaso medio lleno y la mentalidad del vaso medio vacío.

El 99% de las cosas por las cuáles estás preocupándote nunca llegaron a pasar realmente… ¿No es esto una prueba de que tus pensamientos te pueden confundir?

Piensa en positivo, confía, ten fe y resérvate unos minutos para meditar.

Si quieres aprender cómo tomar mejores decisiones y asegurarte de que no te estás equivocando solo tienes que escuchar esa “brújula infalible” que llamamos intuición y que tiene como objetivo llevar tu vida al próximo nivel ayudándote a detectar las oportunidades.

En el módulo 6 del Programa Método Silva te contamos cómo hacer para tomar las mejores decisiones gracias a una intuición incrementada y así alejar para siempre el mal hábito de posponer mediante poderosas técnicas y ejercicios mentales.

Antes de decidir qué hacer con estos 3 ingredientes de la receta del día ideal piensa que la indecisión también es una acción, y quedarte pensando en cómo hacer las cosas sin hacerlas puede llevarte a dejar escapar oportunidades únicas solo por estar dudando.

¿Qué te parecieron estos 3 pasos para alejar la procrastinación de tu vida y hacer de tus días el lugar donde siempre quisiste estar?

¿Vas a comenzar a aplicarlos?

Como todo, es un proceso y requiere constancia pero algo que te ayudará muchísimo es tener a mano un registro de “tareas postergadas”.

Así, cada vez que pospongas algo coge un bloc de notas y apunta:

1) la actividad que estás evitando

2) Tus pensamientos y sensaciones sobre ello

3) La excusa que te pones a ti mismo

4) Lo que haces en lugar de ponerte en ello

5) Cómo te sientes después de haber procrastinado

Utiliza el aprendizaje de este registro de “tareas postergadas” para ir ajustando tus hábitos 🙂

Y no te olvides de dejarnos un comentario aquí abajo con tus opiniones!