¿Cómo calmar la mente? 8 Tips para comenzar a meditar

Tips para comenzar a meditarEn la actualidad, muchas personas ya han tomado consciencia del poder de la meditación y su importancia en el cultivo de una mente serena y una vida tranquila.

Esta práctica milenaria tiene muchos beneficios para la salud mente-cuerpo y mejora la calidad de vida en todo momento y lugar. A través de la meditación, la mente entrena las virtudes de la paciencia, la templanza y la compasión, para luego poder llevarlas a la vida cotidiana y aplicarlas en todas las situaciones que ocurran.

La práctica de la meditación es muy simple pero requiere de esfuerzo y voluntad personal. Especialmente en los comienzos, es difícil lograr un estado meditativo ya que la mente no está entrenada y frecuentemente se distrae con lo que ocurre en el exterior o con sus propios pensamientos. Pero es posible facilitar el proceso creando un ambiente apropiado y encontrando los momentos y los espacios ideales.

A continuación encontrarás algunos consejos y tips para comenzar a meditar o también para mejorar tu práctica meditativa. Estos tips te ayudarán a preparar tu mente para la meditación y a lograr una experiencia más profunda en tu práctica.

1. Elige un lugar tranquilo

Elige un lugar en el que puedas estar en calma, sin perturbaciones, en lo posible lejos del ruido y las distracciones. Es importante que sea un lugar seguro, como tu casa o un recinto en donde te sientas a gusto.

No es necesario que adornes el lugar; tu mente es lo único que necesitas. Pero si te ayuda, puedes prender algunos inciensos, plantas o alguna decoración zen, para que puedas identificar ese lugar como tu recinto de paz.

2. Encuentra tu mejor momento

Esto solamente lo sabrás a través de la práctica. Cada persona es diferente y por eso debes elegir los momentos que te sean más adecuados, cuando sepas que nadie te va a molestar. En general, los momentos de transición, como el amanecer o la puesta del sol, son ideales para meditar.

Algunas personas eligen comenzar su día con una sesión de meditación temprana y a otras les funciona mejor la tarde, una vez que han terminado sus labores. Nada está escrito y lo importante es que escuches a tu propio cuerpo y aprendas a elegir el momento que es más apropiado para ti.

3. Comienza con un breve calentamiento

Antes de comenzar tu sesión de meditación, realiza algunos ejercicios de estiramiento y posturas de yoga para conectarte con tu propio cuerpo. De esta manera, lograrás una mejor circulación y sentirás tu cuerpo libre de contracturas y rigidez muscular.

Es muy importante que logres un estado de relajación, y para esto necesitas liberar la tensión de tus músculos y eliminar la sensación de pesadez. Además, un calentamiento previo te ayudará a mantener la postura cómodamente por más tiempo.

4. Cuida tu postura

La postura es muy importante a la hora de meditar, pero existen muchos mitos alrededor del tema. Mucha gente piensa que para meditar hay que adoptar la postura de la flor de loto (con las piernas entrecruzadas) y se fuerza a sí misma sin estar preparada, lo cual termina resultando incómodo y frustrante.

Si lo deseas, puedes sentarte en flor de loto, pero si no, hay otras posturas que puedes adoptar. Lo importante es que te sientas cómodo y relajado. Sea cual sea la postura que mejor te resulte, cuida que tu espalda esté siempre recta, tus hombros alejados de tus orejas y ligeramente hacia atrás, tus manos relajadas sobre tus piernas y tu cabeza ligeramente inclinada hacia adelante.

5. No tengas hambre pero tampoco el estómago lleno

Ya sea si tienes mucha hambre o si recién comiste, te será más difícil concentrarte con tu mente ocupada en tu estómago. Lo ideal es que medites una o dos horas antes o después de comer, según te sea conveniente. Si llegas a las comidas con mucha hambre, entonces lo mejor será que esperes a después de alimentarte para meditar, pero dejando pasar un rato para hacer la digestión.

6. Respira profundo

La respiración es tu aliada a la hora de concentrarte y aquietar tu mente. Respira profundo y exhala lentamente, como si saborearas cada bocanada de aire que entra en tus pulmones. Siente cómo se llenan y se vacían de aire y enfoca tu mente en ese movimiento respiratorio, hasta que se convierta en lo único que ocupa tu mente. Esta es una excelente técnica que te ayudará a concentrarte con mayor naturalidad y facilidad.

7. No te exijas de más

Si recién estás comenzando a meditar, no te obligues a pasar varias horas seguidas meditando ya que lo vas a padecer y no es esa la idea. Sí, hay que hacer un esfuerzo, pero también hay que saber escuchar al propio cuerpo y hacer caso de sus demandas.

Comienza con una sesión de quince minutos y explora tus propias capacidades. Si lo necesitas, baja un poco el tiempo, y si sientes que puedes, alárgalo. Esto también se aprende con la práctica y se va mejorando, de manera que utiliza esta oportunidad para conocer tus propios ritmos y así poder hacer tu propio camino.

8. Sonríe

Aunque parezca extraño, mantener una sonrisa relajada y natural durante tu sesión de meditación te ayudará a conectar mejor con tu interior y a mantenerte en un estado de paz y tranquilidad. Así podrás profundizar tu experiencia y hacerla más amena.

¡Descubre ahora cómo la meditación puede cambiar tu vida!

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