Cómo meditar con niños

mditar con niños

 

Cuando hablamos de meditar, estamos hablando de esa capacidad para poder enfocar nuestra atención en algo concreto, ya sea una idea, objeto, nuestros pensamientos o nuestro propio cuerpo.

La esencia de la práctica de la meditación cuando se es adulto, es encontrarnos a nosotros mismos, mejorar nuestra capacidad de concentración y mejorar nuestra memoria. Además, estudios hechos por la Universidad de Yale indican que la práctica de la meditación ayuda a reducir el estrés y a mejorar nuestras capacidades cognitivas.

En un mundo agitado como en el que vivimos, si la meditación resulta para los adultos una excelente vía de escape para salir del estrés del día a día, para los niños sin duda, también puede ser de gran ayuda.

 

¿Por qué enseñar a los niños a meditar?

 

La meditación es una técnica que puede ser de mucho provecho para los niños, además de resultar clave para su salud en el futuro. Algunos de los beneficios que los niños obtienen cuando practican la meditación son:

  1. Aprenden a conocerse mejor.
  2. Aprenden a quererse a sí mismos.
  3. Mejoran su autoestima.
  4. Mejoran su capacidad de concentración.
  5. Se vuelven más responsables.
  6. Aprenden a manejar sus emociones.
  7. Mejoran sus relaciones interpersonales.
  8. Aprenden a manejar el estrés.
  9. Duermen mejor.
  10. Mejoran su salud.

 

¿Cómo enseñarles a nuestros niños a meditar?

 

Así como nos pasa a los adultos, nuestros niños están sometidos a una gran cantidad de información y estímulos sensoriales que les generan cierto grado de estrés. Es por ello que practicar la meditación puede ser una excelente manera en la que los niños aprendan a conectar con su cuerpo y alma, y a dejar de lado todo lo negativo del entorno.

A continuación, algunos consejos para enseñarles a nuestros niños a meditar:

Incluye la meditación como parte de la rutina diaria de tus hijos

La meditación debe formar parte de la rutina diaria de tus hijos. Esta rutina puede ser practicada en cualquier momento del día, aunque siempre resultará más fácil hacerlo antes de que se vayan a dormir.

Es importante enseñarles a los niños que para que la meditación resulte efectiva, deben hacerlo en un espacio que para ellos sea “sagrado” y en el cual puedan sentirse cómodos y libres de lo que les provoca estrés.

La meditación con los niños debe ser creativa

Para los niños la meditación debe ser un juego. Por ejemplo, puedes pedirle a tu hijo que cierre sus ojos y que imagine los colores del arco iris; o que se visualice comiendo su postre preferido y que te describa cual es su sabor. También podrías pedirle que se vea viajando en la alfombra mágica de Aladino y que te cuente como se siente.

Es importante que sepas que no todos los niños logran meditar con los ojos cerrados. Para algunos es más cómodo tener los ojos abiertos y mirar fijamente una imagen, oír música y hasta estar jugando mientras lo hacen. Al final, debes darle la libertad de hacerlo como se sienta mejor.

Motiva a tus niños a llevar un diario de sus ejercicios de meditación

Es importante que tus niños lleven un registro de sus experiencias mientras practican la meditación.

Cuando plasman por escrito sus vivencias al meditar, tienen la oportunidad de expresarse y además, esto les permitirá a ambos ver sus progresos desde que comenzó con la rutina de meditación.

Si hacemos que nuestros niños adquieren el hábito de meditar desde pequeños, los estaremos ayudando a sentar las bases para una madurez más sólida.

Si deseas empezar a practicar la meditación con tus hijos, es importante que tú como adulto hayas practicado la meditación, así que como primer paso te invitamos a descargar GRATIS este material.