Artículo escrito por Ivan Vega integrante del Programa de Escritores del Método Silva
Anteriormente ya hemos hablado acerca de los muchos beneficios que trae a tu vida el practicar la meditación, sin embargo mucha gente no lo ha intentado ya que piensa que meditar es difícil o le suena como algo místico y complejo reservado para unos cuantos privilegiados, sin embargo aprender a meditar es sencillo, todas las personas conocen la experiencia de meditar, de hecho probablemente no sabías que todos los días experimentas el estado de meditación.
Las ondas cerebrales se miden por su frecuencia, es decir ciclos por segundo, una persona promedio funciona a una frecuencia cerebral de 20 ciclos cuando está despierto y 4 ciclos cuando está durmiendo, sin embargo las frecuencias intermedias son las que nos permiten el uso consciente del hemisferio derecho, la frecuencia ideal de pensamiento ocurre a unos 10 ciclos, lo que también se conoce como estado alfa que es el estado en el que te encuentras cuando estás meditando, rara vez las personas llegan a funcionar en estas frecuencias excepto cuando se pasa de dormido a despierto y de despierto a dormido.
Obsérvate a ti mismo el día de hoy cuando te vayas a dormir o mañana justo cuando vas despertando, hay un breve instante durante el cual no estás totalmente dormido ni totalmente despierto, es un estado especial de alerta en el cual puedes explotar todo el potencial de tu mente, en términos simples la meditación consiste en poder colocarte en este estado en el momento que quieras y mantenerlo el tiempo que lo necesites, hacerlo es sencillo, a continuación te recomiendo un ejercicio ideal para comenzar a meditar.
Cómo Meditar: Ejercicio de Meditación
1. Busca un lugar tranquilo donde no haya interrupciones, si es necesario apaga tu teléfono un rato y colócate en una postura cómoda ya sea sentado o acostado procurando que la columna esté recta para que la energía pueda fluir adecuadamente.
2. Cierra los ojos y comienza a respirar tranquila y relajadamente.
3. Realiza 5 respiraciones, inhala profundamente y cuando lo hagas tensiona cada parte de tu cuerpo, después exhala suavemente y relaja cada músculo de tu cuerpo.
4. En la quinta respiración al exhalar relaja al máximo todo tu cuerpo, aflójate completamente, durante el resto del ejercicio te mantendrás con el cuerpo lo más relajado y respirando profunda y tranquilamente, sigue respirando hasta que te sientas en un nivel óptimo de relajación.
5. Ya que te encuentres totalmente relajado, piensa en un lugar que sea muy agradable para ti en el que te sientas tranquilo y feliz, puede ser un bosque, el campo o la playa, elige el que más te guste.
6. Imagina que te encuentras en ese lugar, siente el aire tocando tu cuerpo, la temperatura, el aroma del ambiente, los sonidos a tu alrededor, mira el paisaje. Colócate totalmente en tu lugar de relajación, experimenta cada sensación, imagen, sonido, olor y sabor como si realmente estuvieses ahí, puedes permanecer en esta visualización el tiempo que desees.
7. Antes de levantarte pronuncia en tu mente la siguiente afirmación: “Cuando abra los ojos me sentiré totalmente despierto y mejor que nunca” abre lentamente tus ojos, toma conciencia de tu cuerpo, muévelo un poco, ya que te sientas listo puedes ponerte de pie.
Consejos:
En un inicio es recomendable hacer este ejercicio durante 5 o 10 minutos, progresivamente podrás ir aumentando el tiempo de meditación, lo importante es que no lo veas como algo obligado o tedioso si no simplemente como una oportunidad de relajarte y sentirte mejor contigo mismo.
La música suave ayuda a relajarse, especialmente si tiene sonidos de la naturaleza como pájaros, el agua o el aire.
Hacer este ejercicio por la mañana te ayudará a mantener un buen nivel de energía así como tener la mente más clara, neutralizar el estrés y ser más creativo.
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