Como meditar teniendo un bebé

Artículo escrito por Esteban Darío Altamirano integrante del programa de Escritores del Método Silva

Antes de nacer mi hija Ludmila, meditaba un mínimo de dos veces por día en sesiones de media hora. Era normal hacer hasta cinco sesiones, con duraciones de media hora a una hora.

Cuando llegó a nuestra vida nuestra hermosa pequeña dormía media hora y se despertaba; esa rutina duró poco más de un mes, y hasta el año y medio no dormía más de dos horas seguidas por las noches, despertándonos varias veces. Mi cuerpo no alcanzaba la fase de sueño profundo y regenerativo, por lo que no podía recuperarme.

Al despertarse busca nuestra atención casi todo el tiempo ¡Que es totalmente normal y es muy lindo! nuestros tiempos se ven muy reducidos, a todos nos pasa igual.

Es realmente hermoso tener un bebé, y también es una gran verdad que ese enorme cambio en tu vida te trae un gran estrés: no puedes dormir, cambian tus prioridades, debes reorganizar tus tiempos ¡y mucho más!

Cómo Meditar Teniendo un Bebe

Los momentos en que puedes meditar son muy pocos (y al principio quizás no tendrás ninguno), y el aumento del estrés hace que sea cada día más importante el poder meditar.

Así que aquí va mi experiencia de padre primerizo:

• Primero y principal:  descansa o medita cuando el bebé duerma, no te presiones para meditar.

• Ponte de acuerdo con tu pareja para apartar un tiempo para meditar, mientras uno se hace cargo del bebé, y respeten esos tiempos.

En cualquier momento respira profundamente y haz un recorrido mental por tu cuerpo, relajando cada parte que encuentres tensionada.

• Utiliza varias meditaciones de cinco minutos en vez de meditaciones largas.

• Desenfoca los ojos y visualiza una cuenta regresiva del 100 al 1, del 50 al 1, 25 al 1, etc., proyectándola en tu pantalla mental sin cerrar los párpados (por si estás cuidando a tu bebé).

• Utiliza el método de desenfocar la vista para meditar en cualquier momento, no dejes que el estrés gane lugar (verás doble o borroso al desenfocar los ojos, recuerda que el enfocar la vista lleva tu cerebro al nivel beta).

• Cuando lo tengas en brazos, respira profundamente y rodea tu bebé con una luz blanca, imagínala, siéntela, te ayudará a que ambos se relajen y podrás utilizar esto como meditación.

Ten en cuenta que los primeros seis meses de una beba son fundamentales para formar engramas en su cerebro que van a reproducir los estados anímicos de su madre, y son para el resto de su vida! Es muy importante que la madre esté muy relajada, de modo que el cerebro del bebé forme estructuras que reproducirán tendencias a estados anímicos relajados en circunstancias estresantes, cuando crezca.

Tener un bebé es una hermosa experiencia que te cambiará toda tu vida, y sus primeros años serán muy importantes para formar toda su personalidad ¡aprenderá todo de ti, inclusive tus estados anímicos no exteriorizados!  Si te ve meditar incorporará la meditación en su vida, para siempre.

Siéntate en el suelo a meditar. Cuando sea mayorcito y ya gatee o camine, te verá, te trepará y ambos se divertirán, y aunque no puedas meditar ¡disfruta el momento!

En lo personal: mi pequeña tiene dos años, cuando me ve se sienta en postura india y me copia haciendo pequeños moooooommmmm (la versión del mantra om que nos enseñan en el Ultraseminario de Control Mental Silva), lo que es divertido para ambos y sé que estoy dándole el regalo de la meditación a edad muy temprana.

Y esto es muy importante: disfruta de tu bebé, son tiempos que no volverán a repetirse, aparta tiempo para la meditación pero no apartes tiempo que tu bebé quiera compartir con vos.

Que sentir amor sea también otra forma de tu meditación.

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