Método Silva y meditación: 3 técnicas de relajación para aliviar el estrés

Método Silva: Técnicas de relajación

¿Dedicas unos minutos al día a relajarte, a apartar el estrés y a darle a tu mente y a tu cuerpo el descanso que necesitan?

Lo cierto es que para la mayoría de las personas lo más cercano a relajarse está en estirarse unos minutos al sofá o desconectar frente al televisor después de un día estresante.

Pero lo que en realidad no saben es que eso hace más bien poco para reducir los innumerables efectos dañinos que un estrés mal controlado puede causarnos.

Recuerda que todos estamos expuestos a él, y necesitamos alejarlo para poder volver a nuestro estado natural: la relajación (lee nuestro artículo “Método Silva: Alejar el estrés para vivir mejor” para saber más sobre él y sus consecuencias).

Él nos hace irritables, nos cambia el humor e interfiere en nuestra salud.

Además nos limita para que no alcancemos nuestras metas, nos propone un día a día repleto de obstáculos a nivel físico y mental, cambia nuestro metabolismo e incluso pone trabas a nuestras relaciones sociales.

Necesitamos alejarlo para vivir bien, pero lo cierto es que para combatirlo no vale con sentarse frente al televisor: hay que lograr que el cuerpo se relaje de manera natural.

Y eso es lo que vamos a enseñarte hoy en el Método Silva.

¿Cómo? Mediante 3 actividades sencillas que no solo reducirán tu estrés diario, sino que aumentarán tu energía y estado de ánimo.

¿Listo para conocerlas?

Método Silva y técnicas de relajación: encuentra lo que mejor se adapte a ti


Hay una gran variedad de técnicas de relajación que pueden ayudarte a lograr el equilibrio en tu sistema nervioso mediante la relajación natural; pero eso no tiene nada que ver con tumbarse en el sofá o sentarse a ver el televisor, sino que se trata de un proceso mental activo que deja el cuerpo relajado, centrado y calmado.

Y al contrario de lo que muchas personas piensan, ¡no es nada difícil! Simplemente, como todo, requiere algo de práctica.

Pero lo que sí está claro, y más después de ver cómo las estadísticas colocan el estrés como el causante de la mayoría de “nuestros males”, es que nuestro cuerpo necesita relajarse.

De hecho, los expertos recomiendan relajarse durante al menos 15 – 30 minutos todos los días (30 – 60 minutos si tienes mayores niveles de estrés).

Una de las técnicas más aconsejadas y recomendadas para eso es la meditación; ya que te permite calmar todo el flujo de pensamientos que circulan por tu mente a gran velocidad mientras logras relajar cada centímetro de tu cuerpo.

No solo es muy eficaz, sino que se utiliza desde hace miles y miles de años y está demostrado que proporciona más de 100 beneficios a corto y largo plazo.

También existen técnicas complementarias a tu meditación que puedes incorporar a tu día a día, e incluso practicarlas mientras almuerzas o viajas en autobús.

Hay muchísimas, son muy poderosas y realmente logran activar la respuesta de relajación natural en tu cuerpo.

Todas ellas, junto a cómo aprovechar todos los beneficios de la meditación para dar un giro a tu vida puedes encontrarlo en nuestro curso avanzado del Método Silva.

En él aprenderás cómo usar la meditación para relajarte, solucionar problemas, activar el potencial de tu mente e incluso levantarte de la cama a la hora que quieres sin necesidad de usar despertador (bueno sí, tu despertador interno natural).

También conocerás otras muchas técnicas y herramientas que te ayudarán a vivir mejor, a mejorar tu salud, a lograr tus metas y a alejar el estrés para siempre.

Si quieres saber más sobre el Método Silva y todo lo que puede hacer por ti te invitamos a que leas más sobre nosotros aquí.

Pero como siempre nos gusta darte alternativas gratuitas, a continuación te compartimos 3 ejercicios antiestrés que te ayudarán a vivir más intensamente tu día a día dejando de un lado las molestias que causan las tensiones físicas y emocionales.

Técnicas de Relajación Método Silva: 3 actividades para relajarte y alejar el estrés

Estas tres actividades te ayudarán a relajar tu cuerpo y tu mente, y alejarlo del estrés al que todos estamos sometidos.

Te recomendamos que te tomes unos minutos todos los días para realizarlas, y que las complementes con tu sesión de meditación (inscríbete a nuestras lecciones gratuitas para tener acceso al famoso audio de centralización Alfa que te ayudará a meditar “en automático”).

Técnica de relajación 1: Meditación de respiración profunda para aliviar el estrés.

La respiración profunda es una técnica de relajación sencilla pero muy potente.

Es fácil de aprender, se puede practicar casi en cualquier lugar y proporciona una forma rápida de control del estrés.

Además, se puede combinar con la aromaterapia, la gemoterapia o la música.

Todo lo que necesitas es unos pocos minutos y un lugar para estirarte.

La clave de la respiración profunda está en respirar profundamente desde el abdomen y tomar todo el aire fresco que puedas para que entre a tus pulmones.

Al respirar profundamente desde el abdomen, al contrario que las respiraciones cortas, te permite inhalar más oxígeno; y cuanto más oxígeno obtengas, menor tensión, ansiedad y falta de aliento sentirás.

Aquí tienes unos consejos para practicar la respiración profunda:

1) Siéntate cómodamente con la espalda recta.

2) Pon una mano en tu pecho y la otra sobre tu estómago.

3) Respira por la nariz. La mano sobre el estómago debe levantarse. La mano sobre el pecho debe moverse muy poco.

4) Exhala por la boca, empujando el aire tanto como puedas mientas contraes los músculos abdominales. La mano sobre el estómago debe moverse al exhalar, pero la otra mano debe moverse muy poco.

5) Continúa respirando por la nariz y exhalando por la boca. Trata de respirar lo suficiente para que no te veas obligado a realizar respiraciones cortas.

6) Cuenta lentamente mientas exhalas.

Si te resulta difícil respirar desde el abdomen mientras estás sentado, trata de acostarte sobre el suelo.

Pon un pequeño libro sobre tu estómago y trata de respirar de manera que el libro se eleve a medida que inhalas y caiga al exhalar.

Técnica de relajación 2: Relajación muscular progresiva para aliviar el estrés.

Antes de practicar la relajación muscular progresiva, consulta con tu doctor por si tienes un historial de espasmos musculares, problemas de espalda u otras lesiones graves que se puedan agravar por la tensión de los músculos.

Para practicar la relajación progresiva del músculo te recomendamos que comiences por los pies y vayas subiendo poco a poco hasta llegar a la cara.

El orden ideal sería este: pie derecho, pie izquierdo, pantorrilla derecha, pantorrilla izquierda, muslo derecho, muslo izquierdo, caderas y nalgas, estómago, pecho, espalda, brazo y mano derecha, brazo y mano izquierda, cuello y hombros, cara. Si eres zurdo, puedes empezar por el lado izquierdo, no hay ningún problema en eso.

Estos son algunos consejos:

1) Afloja tu ropa, quítate los zapatos y ponte cómodo.

2) Tómate unos minutos para relajarte y respirar tomando respiraciones lentas y profundas.

3) Cuando estés relajado y listo para comenzar, centra tu atención al pie derecho. Tómate un momento para centrarte en cómo te sientes.

4) Poco a poco tensa los músculos de tu pierna derecha, apretando tan fuerte como puedas. Mantén la posición hasta contar hasta 10.

5) Relaja tu pie derecho Concéntrate en la tensión que se marcha y céntrate en la forma en que tu pie se siente ahora suelto y sin fuerzas.

6) Permanece en ese estado de relajación por un momento, respirando profunda y lentamente.

7) Cuando estés listo, cambia tu atención hacia tu pie izquierdo. Realiza la misma secuencia de la tensión muscular y la liberación.

8) Muévete lentamente a través de tu cuerpo, contrae y relaja los músculos al andar.

9) Ve practicando poco a poco, no fuerces tu cuerpo y trata de no tensar los músculos de otra manera diferente a la explicada.

Técnica de relajación 3: Meditación de escaneo corporal para aliviar el estrés.

La técnica del escaneo del cuerpo es similar a la relajación muscular progresiva, salvo porque en lugar de tensar y relajar los músculos solo tienes que concentrarte en las sensaciones de cada parte de tu cuerpo. Sigue estas indicaciones:

1) Acuéstate boca arriba, con las piernas sin cruzar y los brazos relajados a los lados, con los ojos abiertos o cerrados.

Concéntrate en tu respiración, permitiendo que tu estómago suba a medida que inhalas y caiga al exhalar.

Respira profundamente durante unos dos minutos, hasta que empieces a sentirte cómodo y relajado.

2) Enfócate en los dedos de tu pie derecho. Observa las sensaciones sin dejar de centrarte también en tu respiración.

Imagina que cada respiración profunda fluye a tus pies. Permanece enfocado en esta área durante otros dos minutos.

3) Mueve el foco a la planta de tu pie derecho.

Sintoniza las sensaciones que sientes en esa parte de tu cuerpo e imagina que cada respiración fluye hacia la planta de tu pie.

Después de uno o dos minutos, mueve el foco hacia tu tobillo derecho y repite. Sigue con la pantorrilla, rodilla, muslo, cadera y luego repite la secuencia con tu pierna izquierda.

A partir de ahí sube hacia el torno, a través de la zona lumbar y el abdomen, la espalda y el pecho y los hombros.

Presta mucha atención a cualquier área de tu cuerpo que te cause dolor o malestar.

4) Mueve el foco a los dedos de tu mano derecha y luego sube hacia la muñeca, antebrazo, codo, brazo y hombro.

Repite el procedimiento en tu brazo izquierdo.

A continuación, desplázate por el cuello y la garganta, y finalmente todas las regiones de la cara, la parte posterior de la cabeza y la parte superior de la cabeza.

Presta mucha atención a tu mandíbula, mentón, labios, lengua, nariz, medillas, ojos, frente, sienes y el cuero cabelludo.

Al llegar a la parte superior de tu cabeza, deja ir tu respiración más allá de tu cuerpo e imagínate flotando por encima de ti mismo.

5) Después de completar el escaneo del cuerpo, relájate un rato en silencio y quietud, observando cómo se siente tu cuerpo.

A continuación, abre los ojos lentamente.

Toma un momento para estirar, si es necesario.

¿Qué te parecieron estos tres ejercicios de relajación?

Dedica unos minutos al día a ponerlas en práctica (puedes probar solo una o incluso ir alternando las tres!) y después cuéntanos qué te parecieron.

Incluso al principio alguien puede ir diciéndote los pasos en voz alta mientras te relajas o puedes grabarlos para que suene mientras comienzas a practicarlos.

Comparte el artículo con tus amistades para que también ellos aprendan a relajarse de manera natural; y si te gustó este tema presta atención a nuestro blog, porque en las próximas semanas te estaremos compartiendo “la segunda entrega”.

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