Técnicas de relajación: poniendo un pie en el freno

tecnicas de relajacionSeguramente a diario escuchas conversaciones sobre lo atareados que están todos, el poco tiempo del que disponen y el vertiginoso correr de nuestros días.

¿Cómo nos afecta esta forma de vida? ¡Es agotadora! La ansiedad se apodera de tu mente, haciéndote sentir inquieto y angustiado.

Emocional y físicamente exigida, debes encontrar un momento para conformar un oasis de calma y bajar las revoluciones.

Para lograr este objetivo,  te recomiendo utilizar técnicas de relajación. Las mismas,  te permitirán volver a tu centro y reencausar la energía. Son muy prácticas ya que se pueden realizar en la comodidad del hogar.

    •    Controlar la respiración.

Cuando una persona está muy ansiosa, respira superficialmente.  Necesita liberar esa tensión bostezando o suspirando de manera continua. Al darte cuenta que esto te está sucediendo, puedes realizar los siguientes pasos: inspira por la nariz y no por la boca, respira profundamente sintiendo como se hincha el abdomen y como se encoge al exhalar lentamente. Por último realiza un par de inspiraciones profundas por la nariz y exhala el aire lentamente por la boca.

    •    Dejar la mente en blanco.

Esta técnica quizás necesita un poco más de paciencia y no aleje totalmente los pensamientos, pero si va a permitirte tenerlos a una cierta distancia. Es por esto que  vale la pena intentarla. Comienza realizando el ejercicio de la respiración, concéntrate solo en ella. Cuenta en tu mente, cada exhalación que realices. Enfócate en eso, intentando llegar al número cinco. Si algún pensamiento se cruza en tu mente, vuelve el contador a cero.  A medida que ganes experiencia, va a ir aumentando el número de exhalaciones.

    •    Visualización.

Aquí se combina la meditación y la relajación. Primero encuentra un lugar tranquilo, donde no sufras interrupciones. Pon una luz tenue y música suave. Acuéstate o siéntate de manera relajada. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración: profunda y tranquila. Luego imagina el cielo azul e inmenso, inúndate con la sensación de bienestar que esa visión te provoca. Siente los rayos de sol que rozan tu piel cálidamente, escucha a lo lejos el sonido de las olas, e imagínate en ese lugar. Siente la arena bajo tu cuerpo, tibia y relajante. Visualízate levantándote en ese lugar y estirando lentamente todos los músculos de tu  cuerpo, sin abrir los ojos. A medida que te vas estirando, vuelves a tener conciencia de la música que te envuelve y abre los ojos.

    •    Relajación muscular progresiva.

Consiste en tensar y relajar a voluntad todos los músculos del cuerpo. De esta manera, nos familiarizamos con la tensión y podemos reconocerla cuando está a punto de instalarse. Primero recuéstate cómodamente, luego enfócate en tu pie derecho, tomate un momento para para observar como lo sientes. Cuando estés listo, ténsalo por diez segundos y luego relájalo. Siente como tú pie queda flojo y sin fuerzas. Permanece en ese estado relajado por diez segundos. Después continúa con el resto de los músculos de tu cuerpo ascendiendo hacia la cabeza.

Ahora que ya conoces las técnicas ¡debes ponerlas en práctica cuanto antes! Cuéntanos tu opinión acerca de las mismas dejando un comentario aquí, estamos ansiosos por escucharte (y no olvides compartirlas!)